Esta muestra habita el espacio difuso entre lo que reconocemos y lo que imaginamos. Reúne a artistas que, desde diferentes técnicas , trabajan con retratos, personajes y dibujos que se abren al juego, al color, a lo real y a lo fantástico. Cada obra propone una figura, una identidad o una escena lúdica. Este diálogo entre realidad y ficción se expresa mediante un lenguaje visual contemporáneo, vibrante y con guiños al pop. 

Luis Pedro Picasso construye una obra que explora la esencia humana desde una mirada anatómica. Criado en el campo, descubrió en el dibujo un refugio y en los rostros, una obsesión: las emociones, las expresiones, lo que nos hace únicos. Su estilo se nutre del diseño gráfico y el pop art, con obras que desdibujan los límites entre lo digital y lo pictórico. Luis Pedro define su lenguaje visual como arte anatómico: una combinación de colores vibrantes y estructuras óseas que revelan la arquitectura interior común a todos los seres humanos. 

La obra de Milagros Bonino nos invita a reencontrarnos con el entorno rural, ese universo que ha marcado profundamente su experiencia vital y al que vuelve con una sensibilidad única. Lejos de la representación convencional, su pintura nos propone una nueva manera de acercarnos a ese paisaje y a sus criaturas: no como fondo, sino como protagonistas plenos de carácter.  A través del hiperrealismo, ha desarrollado un lenguaje propio que le permite captar la esencia de lo que observa sin perder frescura ni autenticidad. 

La obra de Haas explora la sensibilidad emocional entre humanos y animales, recreando ese instante mágico en que conectamos con nuestro alter ego animal. Sus retratos multicolores, de estilo contemporáneo y pop, presentan criaturas que nos observan, nos protegen y nos reflejan.  Desde una perspectiva inspirada en la antroposofía de Rudolf Steiner (donde el espíritu humano se une con la naturaleza) , los animales se presentan como manifestaciones simbólicas de nuestra psiquis, a través de ellos, la artista revela nuestra esencia energética y psicológica. 

En la serie “Entre la forma y el descarte”, Victoria Sánchez interviene restos de cuero y piel sintética, transformando fragmentos descartados en superficies pictóricas que aluden al cuerpo desde la ausencia. La materia cobra nueva vida al ser resignificada, y plantea una reflexión sobre lo que se usa, se desecha y se recupera. Color, memoria y fragmento se entrelazan en un lenguaje visual que interpela desde los márgenes y lo no dicho.

Formado en técnicas clásicas como el grabado, la pintura y la cerámica, Santiago García ha construido un lenguaje visual propio que se despliega entre la figuración y la abstracción. En esta ocasión presenta obras que se caracterizan por una estética vibrante, en la que lo cotidiano se transforma en elementos simbólicos, juegos visuales y situaciones inesperadas. A través de composiciones oníricas y cargadas de color, incorpora figuras reconocibles en escenarios inusuales, generando una atmósfera ambigua donde convive el humor y lo absurdo. 

Yari Casanova es un artista plástico autodidacta cuya obra fusiona el surrealismo pop con el arte abstracto. Sus retratos figurativos, oníricos y vibrantes, representan cuerpos humanos con cabezas de animales, construyendo figuras híbridas que exploran la identidad, la fuerza y la dualidad del ser. Lo que comenzó como una serie de homenajes personales se transformó en una búsqueda más amplia, incorporando elementos culturales y simbólicos. A través de estas imágenes, Casanova crea universos cargados de energía, emoción y color. 

La obra de Kevin Berdi se sitúa en el límite entre la realidad y la fantasía, construyendo universos donde la arquitectura y el arte dialogan de manera fluida. A partir de materiales, técnicas y profundidades diversas, crea imágenes y subrealidades urbanas que irrumpen en la cotidianidad. Una experiencia personal marcó profundamente su imaginario: una caída desde un techo le dejó un temor persistente a las alturas. Desde entonces, sus composiciones suelen presentar edificios vistos desde arriba, abismos y perspectivas vertiginosas, como un intento consciente de resignificar el vértigo a través del arte.