CONFABULACIONES
DULIO PIERRI & MAGGIE DE KOENIGSBERG
EXHIBICIÓN: 29 de Mayo al 20 de Junio
En los últimos años, los itinerarios plásticos de Duilio Pierri y Maggie de Koenigsberg parecen haber encontrado un punto en común. Si bien ambos coinciden en su pasión por la pintura, por la pincelada franca y el color, cada uno fue desarrollando su imagen de manera independiente con un vigor y una personalidad propia.
Pierri lleva el legado de ser hijo de artistas y de haber crecido en ambientes rodeados de arte e intelectualidad. Estudió Bellas Artes, viajó por América Latina y Europa, y vivió en París y Nueva York. En esta última ciudad desarrolló la imagen que en gran medida lo identifica, una figuración con influjos del cómic, colorida, poblada por hombres-dedos, hombres-ojos y mosquitos, seguida después por una serie de figuras clásicas y otra de paisajes. En los últimos años se ha volcado hacia ciertos episodios de la historia argentina, principalmente batallas, a través de un trazo más gestual y veloz, que disuelve a las figuras en entornos de vocación crecientemente abstracta.
Maggie de Koenigsberg proviene de una familia migrante y de coleccionistas. Estudió en los Estados Unidos, vivió en Europa, y continuó su formación en la Argentina con Kenneth Kemble y Luis Felipe Noé. Su trabajo está poblado por una vegetación exuberante, que a veces parece amenazadora, y otras veces se presenta como el escenario de una potencia vital incontenible. La paleta exaltada y la pincelada gestual ponen de manifiesto un hacer temperamental, resuelto y personalísimo, que encuentra en la naturaleza el motivo ideal para el desarrollo de una subjetividad plástica inconfundible.
Pierri y de Koenigsberg comparten su vida desde hace muchos años, pero, curiosamente, han comenzado a crear en conjunto desde hace muy poco tiempo. Aun cuando sus trabajos coinciden, en gran medida, en el vigor de la pincelada y el uso decidido del color, fue necesario congeniar temperamentos y encontrar una narrativa común que incentivara la labor colectiva.
Hoy sus obras evidencian una síntesis armónica. Los paisajes inflamados, coloridos, abiertos y de perspectivas absorbentes de Maggie de Koenigsberg, parecen los entornos naturales de los personajes-mosquitos característicos de Duilio Pierri, que se mueven alegremente entre actividades animales y humanas. Los dos comparten un gusto por las evocaciones surrealistas y cierto grado de ironía o humor, lo cual sella aún más el intercambio colaborativo. De ahí que se haya producido, finalmente, este “encuentro de almas creativas” – como lo calificó Eduardo Stupía – que está en la base de sus recientes (y seguramente pródigas) confabulaciones.
Rodrigo Alonso


















